A comienzos del siglo XX, Carlos Boríes impulsó nuevas normativas, promovió obras públicas para mejorar la viabilidad de los caminos, extendió redes telefónicas y eléctricas, modernizó el abastecimiento de agua potable, fomentó la higiene, las campañas de vacunación y la construcción de hospitales, mejorando significativamente la salud pública y el alcantarillado. También potenció el comercio, la prosperidad de la propiedad rural, la ganadería y diversas industrias.
El gobernador fortaleció la seguridad en Punta Arenas, creó el Registro Civil y el servicio de Correos, impulsó la educación con nuevos centros y bibliotecas, y dotó al Estrecho de Magallanes de numerosos faros para mejorar la navegación. Su papel como promotor de la inmigración y pionero en las relaciones diplomáticas con Austria-Hungría motivó la concesión de esta prestigiosa distinción imperial.
Aunque nuestra familia conocía este reconocimiento desde antaño, recientes investigaciones en el Archivo Estatal de Austria han revelado nuevos y valiosos detalles sobre este episodio histórico. El presente trabajo, de 48 páginas, recoge palabras del propio Káiser e incluye un prólogo de Guillermo Piedrabuena, bisnieto de Carlos Boríes.
Un breve pero significativo capítulo de la historia universal y chilena, donde la dedicación de mi tatarabuelo a proteger a una colonia de 1.500 habitantes en Magallanes fue premiada por el emperador, otorgándole un lugar en la apreciada Orden de Franz Josef.
Daniel Piedrabuena Ruiz-Tagle
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